martes, 1 de diciembre de 2009

Lloricas

Asegura Luis Eduardo Aute, en declaraciones al diario El País: "en cinco años esto desaparece. No habrá ni canciones ni música".
Yo tenía al Señor Aute por alguien más serio, y siempre lo ponía como ejemplo de autor que no iba lloriqueando porque la venta de la porquería de música que hacía bajaba en picado, y no tenía lo que hay que tener para vivir de conciertos, como todo músico de verdad. Pero se ve que el señor Aute debe estar mayor para ir dando conciertos, y prefiere sumarse al lloriqueo general.
A ver, señores. O no se enteran ustedes, o las discográficas les tienen el cerebro fundido, o prefieren sentarse en el sofá a recibir royalties en vez de salir a la calle a trabajárselo.
Los músicos no peligran con la piratería. Peligran las discográficas. Peligran los canales de distribución históricos. No la música ni los músicos. La piratería ha permitido que mucha música llegue a mucha gente que no compraría ni de casualidad algunos engendros que paren las discográficas, entre otras cosas porque son un robo.
A las discográficas no les preocupa la piratería, les preocupa perder su parte del pastel, y eso implica la autoproducción, la autodistribución, la piratería, etc.
Les recomiendo, si no lo han visto, que echen un vistazo a este artículo. En el se dice que, según un estudio llevado a cabo en el mercado inglés y publicado en el Times, la venta de discos ha disminuido 47,5 millones de euros entre 2004 y 2008, pero los músicos han ingresado en 2008, 338.4 millones de euros más que en 2004, gracias a lo percibido por los directos.
Entonces, amigos músicos llorones, dejad la poltrona y dedicaros a lo que siempre han hecho los músicos de verdad, salir a la puta calle y dar conciertos.

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